domingo, 24 de octubre de 2010

Vulcain

Discos de vinilo y relojes I...Vulcain
Finales de los 60´s coincidían en las tiendas de discos y en las relojerías, caracteres psicodélicos, el colorido iba acorde en ambos, era una época convulsa, mayo del 68, el movimiento hippy en todo su apogeo, el uso de sustancias alucinógenas muy extendido, en la relojería también se apuntaban algunas marcas a diseños que rompían con todo lo visto anteriormente, en muchos casos estridentes y estrambóticos, con coloridos a veces imposibles, tal como sucedía en la vestimenta y en todos los elementos de la vida cotidiana, poco a poco se iba saliendo de la época gris de la posguerra de la 2WW y en España de la Guerra civil, la exigencia de los derechos y libertad por parte de la juventud era ya imparable.
La música era uno de los nexos de unión para todos los jóvenes de aquella época y que traspasaba fronteras, Iron Buterfly era uno de esos grupos transgresores, tuvieron sus idas y venidas, separación y vuelta a la carga, en ese trayecto crearon uno de los temas más emblemáticos de la música psicodélica… In-a-gadda-da-vida, reúne todos los tópicos posibles de este tipo de composiciones, aprovechando todas las oportunidades que ya daba el stereo, con los sonidos de diferentes guitarras eléctricas por ambos lados, por cada uno de los dos altavoces, el fondo del bajo, el espectacular solo de batería, y como no, la voz de su solista Doug Ingle que también se encargaba de los teclados, otra de las piezas clave de esta canción de 17 minutos.
Con el siguiente video os podéis hacer una idea..., lo ideal es que os tomeis un par de copazos...o cuatro... antes de oirlo y verlo... que aunque sea en blanco y negro lo veréis en colorines



El reloj, un Vulcain de mediados-finales de los 60´s , de casi 44mm, bastante grandote para aquella época…bueno, y para esta tampoco está nada mal que tuve la suerte de comprar a un buen amigote de este foro… ( nunca llegaré a entender como se deshizo de esta pieza ), que puede gustarte o no, pero que no deja de ser excepcional y única y difícilmente dejará indiferente a quién lo contemple.
Yo era apenas un chavalote cuando esta música estaba en todo su apogeo, pero fue muy poco después, a partir de los setenta y pocos cuando ya destinaba parte de mi paga a estos discos, algunos como este aún continúan en mi poder, más mimado que nunca… a pesar de que ahora, cuando oigo esta canción lo hago en un CD y en versión remasterizada a no ser que tenga un día melancólico…











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